domingo, 8 de enero de 2012

Capítulo 35.

Vi encenderse la luz de la planta de arriba, era mi madre, al parecer había escuchado nuestras risas y se había despertado.
-Vamos a mi habitación -le dije a Gerard levantándome, él hizo lo mismo. Subimos por las escaleras hasta la planta de arriba.
-¿Frank?
-No pasa nada, mamá. Acabamos de llegar, sigue durmiendo -soñolienta, mi madre volvió a su habitación y apagó la luz. Empujé a Gerard contra mi cuarto, cerrando la puerta tras de mí. Sin controlarme, aún con la luz apagada, lo tiré sobre la cama y subí encima de él. Gerard rió al caer sobre la cama.
-Shh, no armes follón, ¿sí? -él afirmó mordiéndose el labio inferior. Metí mis manos a través de su camiseta y tuvo un escalofrío. Me acerqué a sus labios y le di un beso, un suave beso en sus húmedos labios que tanto me gustaban, sonrió tímidamente.
-Te quiero... -le murmuré. Me salió desde el corazón, era la verdad.
-Frankie...
Me besó de nuevo, esta vez durante más tiempo. Los momentos de ese tipo con Gerard era como morirse e ir al cielo, entre nubes. Le besé la mejilla, el cuello, acaricié su cuerpo y bajé hasta su entre entrepierna. Desabroché los botones y dejé su miembro a descubierto que ya estaba comenzando a endurecerse. Empecé a acariciarlo, Gerard gemía mordiéndose el labio para no hacer ruido. Me acerqué y metí su pene en mi boca comenzando a chupar con cuidado. Él se agarraba a la sábana con fuerza por aguantarse los gemidos. Seguí lamiendo su miembro erecto hasta que llegó al orgasmo. Gerard ahogó su grito. Me levanté y me quité los pantalones. Gee se quedó allí mirando el techo mientras yo me ponía el pijama. Me volví a acercar a él riendo y le quité los zapatos, estiré de los pantalones y le dejé en ropa interior.
-Ahora puedes dormir -le dije sonriendo. Trepó sobre la cama hasta colocarse en una buena posición y me eché a su lado, apoyado en su cuerpo.

-Tomad, os he traído el desayuno.
-Gracias, señora Pricolo. Esperaré a que su hijo se despierte.
Oí dos voces hablando, aún con los ojos cerrados me ubiqué, en mi cuarto. Gerard seguía allí, y al parecer mi madre nos había entrado el desayuno. Cuando oí la puerta cerrarse decidí abrir los ojos y reincorporarme.
-¿Estabas despierto?
-Ahá, más o menos -el olor de café pronto inundó la habitación.
Sentados los dos sobre la cama comenzamos a desayunar lo que había preparado mi madre, café y tostadas.
En cuanto terminamos, nos vestimos y Gerard se despidió de mi para volver a su casa.
-Sigue ensayando, pronto tendremos otro concierto, eh -me besó.
-Claro -contesté.
Gerard se marchó y volví a mi cuarto para volver a tocar a Pansy. ¿He dicho ya que todo era perfecto? Todo.

2 comentarios:

  1. Escribe escenas con mas accion u_u okno xD

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  2. Has conseguido que me lea todos los capítulos en una tarde me has enganchado del todo! sigue así la historia es genial :)

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