sábado, 18 de febrero de 2012

Capítulo 38.

Dormí en mi casa, en mi cuarto, en mi cama. Tranquilamente. Sin preocuparme por lo que estuvieran haciendo los otros en la fiesta.
Al día siguiente mi madre me preguntó que había estado haciendo, y Gerard no me llamó en ningún momento del día. Yo estaba algo cabreado con el grupo y especialmente con él, porque él era quien nos había introducido en el mundo donde nos encontrábamos ahora, de drogas y Rock and Roll. Yo no pensaba que ese mundo pudiera ser malo del todo, era vivir la vida de otra manera, pero nosotros comenzábamos a pasarnos. Sobre todo Gerard.
Al cabo de dos días, me llamó. Una novedad. Yo comenzaba a hartarme.
-¿Frank...? 
-Dime, Gerard.
-Tan solo te llamo... para avisarte de que este viernes damos otro concierto, eh, y no nos puede faltar el guitarrista -tenía la voz cansada y ronca con un tono bromista. No parecía que fuera él. Quizás fuera puesto de algo.
-De acuerdo, ¿me necesitas para algo más?
-¿Te apetece sexo, Frankito? -bromeó.
-No, no con un Gerard puesto.
-¡No voy puesto! -rió al otro lado.
-Ya, claro. Sí. Nos vemos el viernes en tu casa. Adiós.
-Adiós soso. 
Estampé el móvil contra la cama y pateé la mesa de noche. Estaba enrabiado, me sentía timado por Gerard, o como un objeto, ya no le servía, había algo que le llenaba más y le proporcionaba más diversión. La droga. Yo ya no le hacía falta para nada. Pero no quería dejar My Chemical Romance, ahora no, ahora que había dejado todo lo demás por esa banda.
El viernes me presenté allí, estaban todos decaídos y aburridos. Tocamos y salimos de allí como si nada. Como robots, habías pastillas y alcohol dando vueltas alrededor nuestro. Nos sentamos en el mismo pub después de tocar, este ya era más grande que todos los que habíamos tocado antes, era el más famoso de la ciudad.
Gerard se preparó una ralla de cocaína delante de nosotros y se la metió dejándose caer seguidamente sobre la silla.
-Vas a terminar mal y lo sabes, Gerd -le sonrió Ray dándole un trago a su cerveza.
-Soy feliz... ¿Pasa algo con eso?
-Sí que pasa, Gerard. Te estás convirtiendo en un monstruo -le comenté yo acercándome a él desde mi silla.
-No, Frankie, es lo que tiene vivir así, ves acostumbrándote. O se vive la vida del todo o no se se vive nada, como tú.
En momentos como esos hacía que no quisiera estar con él. Quería cortar con la relación y decirle que se casara con sus jodidas drogas. Pero otra parte de mí, me decía que era solo algo pasajero y que volvería el Gerard divertido y cariñoso de antes.
Matt parecía aburrido, Ray continuaba con su cerveza y Mikey seguía el mismo camino de su hermano, fabricándose otra raya de esa nieve blanca.
-Me voy a ir a mi casa -les dije.
-Vamos, enano... -me susurró Gerard acariciándome la mejilla -Un ratito más... Lo pasaremos bien... ¿Quieres que vayamos a mi casa?
Sonrió detrás de su pelo negro, recordándome a cuando le conocí.
-Bueno... -no pude negarme, pero tenía miedo. Se levantó y me cogió de la mano.
-Nos vamos chicos, ya os avisaré de más novedades... He oído por ahí que tendremos que empezar una pequeña gira por aquí cerca dentro de poco... -les guiñó un ojo.
Caminamos cogidos de la mano, con mi guitarra, hasta su casa. Abrió la puerta y sin encender la luz subimos hasta su cuarto. Me senté a su lado sobre la cama.
-Mira, Gerard... Creo que-
Se abalanzó sobre mí para besarme y me tiró sobre la cama. Me callé y dejé que hiciera lo que quisiera hacer, hacia tiempo que no pasábamos tiempo juntos.
Me desnudó rápidamente y se desabrochó el cinturón. Seguidamente se bajó los pantalones y me puso a cuatro patas sobre la cama. Sin más, sin caricias o palabras, tan solo gemidos y gritos hicimos el amor, o mejor, en este caso, follamos. Follé con el Gerard drogadicto.
-¿Te ha gustado, Frankie? -me preguntó sacando un cigarro de su mesa de noche.
-Me hubiera gustado más si lo hubiera hecho con mi Gerard -contesté comenzando a vestirme.
-El otro Gerard está muerto y enterrado. La gente cambia... Y yo he cambiado, y estoy mejor ahora.
-Pues que te den. Me voy a mi casa, espero verte en unas circunstancias mejor.
-Adiós. Te quiero Frank -sonrió.
Cerré de un portazo y volví a mi casa a paso apresurado. "Te quiero Frank", eso era mentira.

domingo, 5 de febrero de 2012

Capítulo 37.

Al día siguiente desperté en la cama de Gerard, con sus brazos al rededor de mi cuerpo. Eran las cinco de la tarde. Las cinco de la tarde. Me reincorporé aguantando la presión el cabeza. Había sido una mala noche. Me levanté de la cama y miré por la ventana, estaba nublado. Salí del cuarto y fui al aseo, a beber algo de agua y mojarme la boca que llevaba tan seca. Abrí el grifo y vi reflejado en el espejo a una chica tirada sobre la bañera.
-¡Oh, Dios! ¿Gally? -estaba allí tirada, inconscientemente. Me acerqué a ella y la levanté -.¿Estas bien?
-Sí... -sonrió con los ojos entre cerrados -.Tan solo quiero descansar...
-¿Aquí?
-Sí... -me levanté y la vi como seguía acomodándose en la bañera. Salí del baño, no me acordaba de lo que había pasado la noche anterior completamente, recuerdo estar en el pub, tomarnos pastillas y poco más. Nunca había hecho algo como eso.
-¿Ya te has levantado, Frankie? -me preguntó Gerard cuando volví a su cuarto, seguía sobre la cama.
-¿Ya? ¿Sabes la hora que es?
-¿Sabes a que hora nos acostamos ayer? -rió Gerd -.¿Sabes algo de lo que pasó ayer?
-La verdad es que no mucho... Gally esta tirada en la bañera medio inconscientemente... ¿Y Mikey y Alice?
Gerard se levantó de la cama y se arregló un poco como pudo, salimos de su habitación y Gee se separó de mí para caminar hasta la puerta del cuarto de Mikey. Tocó, nadie respondió y abrió cuidadosamente la puerta dejando entrar una linea de luz a la habitación.
-¿Qué pasa? -le pregunté al ver como sonreía.
-Están los dos durmiendo, Mikey y Alice...
Afirmé con la cabeza y sonreí, bajamos hacia la planta de abajo.
-Cuéntame algo de lo que pasó ayer. ¿Qué hicimos? -pregunté nervioso y aguantándome el mal estar.
-Um... estuvimos en el pub... tomamos algo de éxtasis... fuimos a mi casa... Lo pasamos bien -sonrió Gerard.
-¿Cómo que lo pasamos bien? Fue una locura... -se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla. Estaba tranquilo y feliz. Algo que yo no, no sé porqué.
-Me voy, Gerard. Ya nos veremos, necesito descansar -sonreí. Él afirmó y me abrió la puerta.
-Llévate un paraguas, parece que va a llover -me aconsejó sacando del paraguero un paraguas negro.
-Gracias. Adiós, Gee.
Salí de la casa y sentí como si me hubiera quitado un peso de encima. Gally tirada sobre la bañera, Mikey y Alice haciendo a saber que y Gerard metido de nuevo en su extraña burbuja. A mí ese ambiente no me sentaba bien, veía que podía terminar muy mal. Caminé hasta mi casa y saludé a mi madre, luego me dejé caer sobre la cama, y sin dormir, descansé.

Al cabo de unos días volvimos a tocar, Alice y Gally también nos acompañaron al siguiente encuentro, y también cargadas de sustancias como éxtasis, LSD o metadona. My Chemical Romance se estaba metiendo en un mundo muy químico por culpa de los conciertos y la locura de la noche. ¿Y qué iba a hacer yo? Comencé a acostumbrarme a los trotes de ese estilo, a no cenar, a tan solo meterme en el cuerpo alcohol o pastillas, a tener sexo oral con Gerard en los aseos sucios de los pubs, a besarnos todos con todos, a gritar por las calles, dejarnos caer en los colchones y levantarnos al día siguiente con ganas de suicidarnos. Y vuelta a empezar.
La gente no se perdía nuestros conciertos, por esos momentos tan solo tocábamos por Nueva Jersey y lugares cercanos. Nuestros besos sobre el escenario se hicieron famosos y siempre nos gritaban "¡Frerard, Frerard!" y ahí estábamos Gerard y yo, sobándonos sobre el escenario, la mitad de veces borrachos.
Nos introducíamos poco a poco en la mala vida.
-¡Y ahora gritar fuerte, porque hoy tenemos a... nada más y nada menos! ¡"My Chemical Romance"!
La multitud vociferó y gritó. Las luces del escenario se encendieron y allí estábamos nosotros. Los miré a todos. Ray parecía el que menos llevaba encima, Mikey al contrario. Mikey no era capaz de subir al escenario sobrio.
-¡¿Qué tal, querido público?! -agarró Gerard el micrófono y seguidamente Matt comenzó con la batería.
El concierto fue tan genial como las otras veces, comprobé que el público se sabía las canciones, varios de ellos ya habían ido a vernos otras veces. My Chemical Romance triunfaba.
-Ey, chicos, un amigo mío hace una fiesta en su casucha y tal, ¿os apetece? -nos preguntó Gally tras terminar el concierto.
-¡Claro! -contestó Gerard mirándonos al grupo -.¡Fiesta!
Gally y Alice rieron y sonrieron maliciosamente. Las acompañamos hasta el coche y las seguimos con el nuestro hasta llegar a la casa del amigo de Gally, que según parecía se llamaba Mark.
Era un lugar pequeño, una casa desastrosa y desordenada. La música parecía que fuera a derribar la casa de un momento a otro. Tocamos a la puerta y alguien de los que había allí dentro nos abrió. Habría sobre veinte personas. Uno de ellos llevaba una cámara de video en la mano. Otros no paraban de reír. Otros se enrollaban sobre el sofá y otros se inyectaban, al parecer, heroína.
-¿Hemos hecho bien de venir aquí, Gerd? -le pregunté al oído.
-Claro, Frankie. Lo pasaremos bien -me consoló agarrándome de la barbilla y dejándome un beso. Se separó de mí para saludar a la gente que había por allí, empezó a sonar Just For Life de Iggy Pop. Todo ello me recordó a la película Trainspotting... 
Me ofrecieron una pastilla de éxtasis y acepté por ir amoldandome al ambiente. Todo el mundo estaba en el salón, había un sofá pequeño delante de una mesa de café donde estaban preparado los picos de heroína. La televisión estaba puesta y la música seguía sonando. Había una puerta abierta de cristalera que daba al jardín donde también pude ver que habían un par de personas.
-¡Ey! Di algo a la cámara -me sonrió el chico que había estado grabando.
-Uh... Hola -sonreí. Mikey apareció por mi lado y empezó a hacer tonterías delante de la cámara, estaba claro que iba puesto. ¿De qué? No tenía ni idea.
De pronto vi como alguien propinaba un puñetazo a Gerard. Allí en medio. Seguidamente mi novio, a trompicones salió hasta el jardín de la casa con el chico que le había pegado detrás. El cámara en cuanto se dio cuenta corrió detrás de ellos riéndose.
-¿Qué pasa? -pregunté a uno de los invitados. Pero él, igual que yo, no tenia ni idea así que salimos todos hacia el jardín donde el chico seguía yendo a por Gerard. El chico empujó a Gerd al suelo y comenzó a patearlo, la gente gritaba al rededor haciendo grupos y el cámara grababa como podía.
-¡Joder, parad, parad! -grité yo. La gente iba demasiado puesta como para darse cuenta de lo que pasaba, incluso Gerard. Fui empujando hasta que llegué a donde estaban ellos, la gente me devolvía los golpes y en poco tiempo estuvimos prácticamente todos peleándonos con todos, pero yo tan solo quería llegar a separar al chico aquel de mi novio. Ray me agarró por detrás.
-¡Suéltame, ¿has visto a Gerard?! -pataleé por soltarme, Gerard ya se encontraba de pie.
-Tranquilo, Frankie... -conseguí soltarme y corrí hasta Gerard para separarlo del otro. Entonces recibí yo un puñetazo en la mejilla y otro invitado separó a aquel chico de mí para dejar de pegarnos.
-Basta ya -dije cansado -.¿Qué esta pasando?
Gerard comenzó a reír y el otro chico caminó para volver a entrar en la casa con despecho. La gente se dispersó y el cámara se acercó para grabarnos a Gerard y a mí.
-Que os jodan -solté. Estaba harto de ese ambiente. Salí de allí y caminé hasta mi casa, estaba a una media hora. Tampoco era tan tarde como otras veces, las dos de la mañana o algo así. Quizás no me hubiera ido de la fiesta si el éxtasis me hubiera hecho efecto antes.

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Gracias lectores!! :D Y gracias por los comentarios ^^
Como os habréis podido fijar, he basado este capítulo un poco en aquel video que circuló de My Chemical Romance en una fiesta donde todos comienzan a pegarse y tal e.e
Bueno, espero que este capítulo también os haya gustado :)