viernes, 23 de septiembre de 2011

Capítulo 25.

Al día siguiente me levanté con resaca, Gerard estaba a mi lado despierto leyendo un libro. La luz del día me cegó y tuve que volverme a tapar con las sabanas.
-Vamos, Frankie, levántate ya, que poco aguante -rió él a mi lado.
-Cállate -sonreí. Me recosté y me dio un beso tierno de buenos días. Me levanté y fui al baño a arreglarme y vestirme. Al salir Gerard seguía con el libro en las manos tumbado sobre la cama.
-¿Que lees? -le pregunté acercándome.
-"El guardián entre el centeno"
-Me encanta ese libro, ¿lo cogiste de la estantería? -le pregunté señalando un mueble de mi cuarto, él afirmó con la cabeza y cerró el libro. Se levantó y me acompañó hasta la cocina para desayunar algo, aunque más bien era hora de comer. Nos hicimos un café para cada uno y unas tostadas y nos sentamos.
-¿Qué te apetece hacer? -le pregunté entonces, tras darle un sorbo a mi taza.
-Um... podríamos pasar el día juntos, eh -contestó él sonriendo.Terminé el sorbo de café y  me acerqué,  me senté sobre él, le miré y sonriendo se acercó a mis labios para besarme. Le correspondí y le abracé para hacer el beso más profundo.
-Vale, enano, vayámonos.
Me levanté y caminé hacia la puerta, con Gerard detrás, entonces me agarró del brazo haciéndome girar y volvió a lanzarse sobre mí apasionadamente. Le agarré por la cintura y le pegué más a mí, mientras él me agarraba del pelo.
De pronto oí la cerradura de la puerta. Pero Gerard no me soltó, aunque yo me echara un poco hacia atrás, sabía quien era, solo podía ser una persona. La puerta se abrió y...
-¿Frank? -preguntó la voz.
-Mama... -respondí sin que Gerard me soltara, intentando girarme para verla. Gerard se percató al fin de la situación y rompió la pasión para soltarme y dejarse tapar por su largo pelo.
-¿Que estaba... pasando? -preguntó sin entender prácticamente nada.
-Pues... me imagino que lo que has visto... -contesté. ¿Que le iba a decir? ¡No es lo que parece! Era lo que parecía... y era difícil ocultarlo ya.
-Ah...
Gerard y yo nos miramos. Tímidos y sin saber que decir o que hacer. Joder, mi madre me había pillado besándome con un chico sin ton ni son, si a lo mejor le hubiera comentado algo...
-Bueno... Gerard y yo nos vamos -agarré lo más rápido que pude a mi novio de la mano y salí corriendo de la casa. Gerard se estaba partiendo de risa cuando llegamos al parque más cercano.
-Luego hablaré con ella... -le comenté sentándome en el banco.
-Ya, ya -rió él-. Explícaselo bien. Explícale hasta cuando hemos tenido sexo.
-Si quieres nos grabamos y se lo enseño -le contesté-.No te jode...
Gerard volvió a reír y pasó su brazo por mi hombro tras sentarse en el banco.
-Pues no es mala idea eh, tenemos que hacerlo... -sonrió él.
-No, déjalo... no es mi rollo -le contesté riendo. Gerard hizo un puchero y le besé.
Pasamos el resto de la tarde en el parque, hablando de nuestras cosas, de las distintas relaciones que habíamos tenido. Yo pensaba que Gerard había tenido más novios, pero al parecer no. Me contó que desde los dieciséis años se dio cuenta de que era bisexual pero que realmente nunca había tenido una pareja estable con un chico. Yo le dije que gracias a él me había descubierto mi sexualidad, él rió.
Seguimos riendo cuando me recordó el percance en mi ducha.
-Es que aquello fue... estabas muy nervioso -me dijo.
-Y tú es que no tienes vergüenza para nada -sonreí.
-Bueno, pero gracias a mí mira donde estamos, eh.
Y la verdad es que tenía razón. Gracias a él estábamos donde estábamos. Cuando se hizo más tarde, me acompaño a mi casa, serían sobre las doce o así. Esperaba no encontrar a mi madre despierta para que no me bombardeara a preguntas.
-Bueno, Frankie, nos vemos. A ver si mañana consigo contactar con alguien para que nos de un sitio donde actuar y hagamos nuestro primer directo.
-Oh, sí, sería perfecto.
-No más que tú -murmuró acercándose a mí.
-¿Me vas a dar mi beso de despedida? Como en las películas... te negué uno -reí. Gerard se quedó pensativo, lo más posible es que no se acordase de ese momento por su borrachera de ese día...
De todos modos se acercó a mí y me besó, mordiéndome primero el labio inferior. No llegó a ser un beso con lengua, tan solo dulce y romántico.
-Te quiero -me dijo mientras abría la puerta.
-No más que yo -contesté tras mirarle por última vez y entrar en mi casa.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Capítulo 24.

El viernes, como había dicho, fuimos a grabar al estudio de grabación. Yo estaba totalmente emocionado, a Gerard se le veía más tranquilo, pero yo creo que tan solo lo fingía. Ray y yo no parábamos de comentar cosas y reír.
Ray y yo grabamos nuestra parte de guitarra junto con Mikey, Matt grabó la batería y después Gerard cantó y grabamos la voz, yo ayudé con los coros. Me gustaba eso de gritar como un loco en las canciones. Gee y yo nos mirábamos y sonreíamos. Es que todo era perfecto.
Nuestra discográfica pondría a la venta los discos pronto, yo no confiaba en que tendríamos muchos seguidores, pero siempre hay que empezar por abajo, además, yo tenia fe en My Chemical Romance.
Mikey había elegido el nombre del grupo, a través de un libro que yo mismo había leído, "Éxtasis, tres relatos de un amor químico". No era un mal libro, que va, lo contrarío, pero tenía momentos muy raros y algo pornograficos. No estaba mal.
Salimos de allí la mar de contentos, riendo más de como habíamos entrado. Ray nos dijo que nos invitaba a todos a un restaurante a cenar, aceptamos encantados.
El restaurante era algo cutre, normal, Ray tampoco se podía permitir tanto, nosotros tampoco. Pero cuando My Chemical empezara a vender todo empezaría a ser más perfecto de lo que era ahora.
Entramos al restaurante, no había mucha gente, era las once de la noche más o menos. Nos sentamos en una mesa que la rodeaba por una parte un sillón pegado a la pared y por el otro lado unas dos sillas. Me senté en el sillón entre los dos Way. Matt y Ray en las sillas de enfrente.
Pedimos hamburguesas para todos, aunque la carne no me sentaba demasiado bien, tendría que ser vegetariano... Aún así estaban bastante buenas. Estuvimos riendo y hablando, de vez en cuando notaba la mano de Gerard sobre mi pierna o metiendola por dentro del pantalón y agarrandome el miembro, yo empecé a hacer algunos gestos... raros, o a soltar pequeñas risitas, entonces fue cuando el grupo se dio cuenta de lo que estaba pasando entre nosotros. Mikey ya lo sabía, pero Ray y Matt nos miraron como si no se creyeran nada.
-Pero... a ver, ¿sois folla amigos o pareja? -nos preguntó Matt. Yo me sentía con Gerard como si fuéramos una pareja de casados, nos mirábamos y nos sonreíamos.
-Somos... pareja -conteste-. Lo siento por no habéroslo contado antes, pero... pasamos un bache y tal.
-¿Pero es que desde cuando estáis así? -preguntó Ray.
-No sé, unas semanas -contestó riendo Gerard- ¿Queréis algo de postre?
-No, no, tenemos cosas que celebrar -dijo Matt levantándose -.Hemos grabado nuestro primer disco y... ¡Tenemos una pareja en el grupo!
-¡Callate! -le ordenó Gerard riendo. Los demás también rieron y nos levantamos de la mesa, pagamos la cuenta y salimos del restaurante.
-Conozco un pub... que os va a encantar, ponen hasta música buena -nos dijo Ray pasando el brazo por el hombro de Gerard y el mío.
Reímos y caminamos hasta el pub que había comentado Ray, no estaba demasiado lejos. Entramos, la música no era mala del todo, era una mezcla de música alternativa con algún sonido por ordenador. Estaba bastante oscuro y había gente. Nada más llegar empezamos a pedir bebidas.
-¡Tenemos que celebrarlo! -gritó Matt levantando su vaso.
Estuvimos bebiendo hasta muy tarde, bailando, hablando, riendo. Sobre las cuatro de la madrugada salimos del pub a trompicones, aún riendo, aunque a mi me dolía bastante la cabeza.
-Frank... eres muy joven para todo esto -rió Ray haciéndome una burla.
Me senté sobre un banco y sonreí. No estaba acostumbrado a beber tanto como lo había hecho hoy, a tanta fiesta y tantas experiencias de golpe.
-Gerard debería de acompañarte a tu casa -comentó Matt -.Lo haría yo... pero... no me interesa pasar la noche contigo, ya me entiendes.
-Que gracioso eres, Matt. Deberías de ser cómico o algo por el estilo -le contestó Gerard dándole un codazo. Luego se acercó a mí.
-¿Te encuentras bien? ¿Te acompaño a casa, Frankie? -me preguntó, con una voz más tranquila. Afirmé con la cabeza.
-Bueno, chicos -dijo entonces Mikey -. Si Gerard se va con Frank, yo también me iré hacia mi casa. Es bastante tarde.
Ray y Matt se miraron y afirmaron la cabeza. Era hora de irse a dormir.
-De acuerdo, nos vemos para el próximo ensayo, y Gerard, a ver si nos encuentras algún sitio donde podamos hacer un concierto pronto -le dijo Matt.
-Bueno, eso ya lo hablaremos. Hasta pronto -se despidió Gerard levantadome del banco. Cada uno se fue por su lado, Ray acompañaría a Mikey a su casa ya que le venía de paso.
Gerard caminaba conmigo hacia mi casa. Una vez allí Gerard me sacó las llaves del bolsillo y abrió la puerta sin hacer ruido, subimos hasta la habitación y me senté sobre la cama.
-Matame -le dije sonriendo.
-Y eso que aún no tienes resaca.
-Vale, mañana me matas -me dejé caer sobre la cama. Gerard apagó la luz y se acercó a mí, me besó y se dejó caer a mi lado.