martes, 6 de diciembre de 2011

Capítulo 33.

Gerard había organizado el concierto el sábado, así que el viernes pasamos el día entero en su garaje todo el grupo junto planeando como íbamos a tocar las canciones, habíamos decidido tocarlas todas menos la de "Romance". Empezaríamos con "Honey, This Mirror Isn´t Big For The Two Of Us" y terminaríamos como en el disco, con "Demolition Lovers". Habíamos planeado no llevar ninguna vestimenta en especial y salir tal cual queramos. Todos estábamos mejor que felices, a todos nos hacía la misma ilusión tocar.
El día anterior había llamado a mi padre para contárselo, ya que él siempre había querido, junto con mi abuelo, que yo participara en un grupo y sabía que les iba a hacer mucha ilusión que subiera a un escenario. Mi padre se alegro por mi y me deseó suerte. Todo iba a ir genial.
Los ensayos salieron perfectos y al día siguiente quedamos todos en la puerta del garito donde íbamos a tocar. Cuando yo llegué, el único que estaba fuera era Gerard fumándose un cigarrillo.
-¿Estáis todos? ¿Dónde están? ¿Sólo estás tú? -le pregunté acercándome con la guitarra a la espalda.
-Tranquilo, Frankie, te noto nervioso -sonrió acariciándome la cara.
-Bueno... y yo a ti algo borracho -comenté mirándole de arriba a abajo, mirando su extraña sonrisa y su pelo sobre la cara.
-Ya, claro, he bebido algo mientras esperaba, tú tranquilo. ¿Vamos? -sonrió agarrándome por el hombro y entrándome en el pub. Dentro estaba todo más o menos con una luz tenue, y olía a tabaco. Había gente sentada en mesas y otros en la barra pidiendo y hablando. Al fondo había un pequeño escenario con todo montado, la bateria y la guitarra y el bajo de Ray y Mikey. Gerard me guió hasta donde estaba el resto de la banda, en una esquina de la barra.
-Hola chicos -saludé. De pronto, Mikey se abalanzó torpemente sobre mi y tiró la mayoría de copas que estaban sobre la barra, le levanté por los hombros -.¿Estás bien?
-S-sí. ¿Tú no? -comenzó a reír.
-¿Porqué está borracho? -les pregunté al resto, que bebía más tranquilamente.
-Se ha puesto a quejarse, que no podía subir al escenario, que había mucha gente... -me explicó Ray antes de que Mikey volviera a interrumpir.
-¡Se me había olvidado de como se tocaba el bajo! -exclamó riendo -.Pero tranquilo, ya me acuerdo.
-Ya... Mikey, espero que se te pase esto un poco antes de subir... -Gerard me agarró por la cintura y me dio un lametazo en la mejilla.
-Cariño... En diez minutos tenemos que estar en el escenario.
-¿Ya? ¿Tan pronto? -le pregunté. Pero él dirigía la mirada hacia otras partes, como si estuviera en otro mundo.
-Vale, Frank, no pasa nada, lo haremos bien -me tranquilizó Ray, que parecía, junto con Matt, los únicos que estaban bien. Los dos hermanos iban muy mal.
-No podemos tocar así, Gerard, vais borrachos -le comenté más seriamente.
-Joder, Frank. No seas así.
-¡Estoy nervioso! Es nuestro primer concierto y ninguno de los dos os vais a acordar mañana de lo que ha ocurrido hoy.
-Shh -puso su dedo indice en mis labios. Me cogió de la mano y me acercó al escenario, con los demás por detrás -.Saca la guitarra y comienza a afinar.
No le contesté y le hice caso, los demás hicieron lo mismo con sus instrumentos, la gente se dio cuenta de que estábamos sobre el escenario pero no hicieron nada. Me temblaban las manos y me puse peor cuando vi como Mikey agarraba su bajo sonriendo y sin darse cuenta de lo que hacía.
Gerard se pegó al micrófono.
-¡Heeey, hijos de puta! -creo que la ilusión de su vida había sido gritar eso en un escenario, porque lo hizo con mucho énfasis. La gente le contestó con otro grito -Somos My Chemical Romance, y hemos venido aquí a hacer ruido.
El público volvió a gritar. Gerard me miró sonriendo, con esas sonrisas que las personan te mandan, que te dan ganas de tirarte sobre esa persona pero no puedes hacer nada porque estás ocupado o con gente alrededor, esas sonrisas que te las mandan por joder porque saben que no puedes moverte. Esa sonrisa me envió él a mí. Entonces dio una señal y empezó a tocar Ray, se le unió Mikey y Matt y luego yo. Gerard comenzó a cantar. Me di cuenta enseguida, los ensayos habían salido muchísimo mejor que esto, aún así el publico saltaba y gritaba, de un lado a otro, empujándose mientras nosotros íbamos canción tras canción. Ray lo hacia bien, y Matt también, en cambio Mikey dejaba de tocar y se quedaba quieto mirando al público hasta que alguno le mandaba una señal, o su hermano un empujón. Gerard cantaba, o más bien, tan solo gritaba. De todos modos, me dejé llevar, y me sentía feliz. Durante Our Lady Of Sorrows, Gerard se acercó a mí y se dejó caer entre mis piernas, le seguí el juego y me senté en su pelvis mientras tocaba y él permanecía tumbado, gritando y cantando. El público estaba animado. Gerard se levantó mientras intentaba seguir la canción, hasta que tuvo que cortarse al darme un beso, ante esto, el público volvió a gritar, Gerard se animó, y siguió besándome, con su lengua en mi paladar. Dejé de tocar presa del éxtasis que todo ello me provocaba a la vez. Entonces Gerard se separó de mí y poco a poco volvimos a la normalidad.
Finalizamos el concierto, sudorosos, cansados, decaídos y animados a la vez. Bajé del escenario, limpiándome la frente. La gente nos aplaudió y nos elogió.
-No sé como lo he podido hacer... -dijo Mikey sentándose en una silla.
-Pues borracho perdido, Mikey -le contesté sonriendo. Gerard me cogió de la mano.
¿Podía ser algo más perfecto? No. No había nada más perfecto que ese maldito momento.

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